Las páginas web, los juegos y las aplicaciones que utilizas en Internet recogen información sobre ti. Por ejemplo: qué dispositivo utilizas, tu dirección de Internet y tu ubicación.

Si abres una cuenta, recopilarán tus datos personales. Por ejemplo, por qué te has dado de alta en ese servicio. Tu proveedor de acceso a Internet también puede recopilar datos relacionados con lo que haces en la red.

Muchas empresas recopilan información personal para ofrecer productos que puedan gustarte, pero también para decidir qué anuncios verás.