Se trata de ajustes que puedes utilizar en las redes sociales y en los juegos para controlar quién puede ser tu amigo, quién puede acceder a tus datos y quién puede chatear contigo. En algunas aplicaciones, la mayoría de datos son públicos por defecto en las cuentas nuevas.

Esos ajustes pueden ser complejos, por lo que no es mala idea pedir ayuda a un adulto de confianza para saber dónde están y ajustarlos.

Si das tu edad real cuando creas una cuenta, probablemente tus datos estarán mejor protegidos: algunos juegos y aplicaciones ofrecen ajustes adicionales para ayudar a los niños a proteger su intimidad.