• Muchos dispositivos permiten la sincronización de archivos entre el dispositivo y un espacio de almacenamiento en Internet (a menudo llamado nube) vinculado a una cuenta. Eso significa que los datos personales importantes, las fotos y otros contenidos pueden almacenarse tanto en Internet como localmente en un dispositivo.
  • Los dispositivos con aplicaciones obsoletas y sistemas operativos antiguos son más vulnerables que los dispositivos actualizados. Los delincuentes suelen aprovechar las vulnerabilidades del código de las aplicaciones o los sistemas operativos para acceder a esos dispositivos, de ahí que las empresas actualicen sus aplicaciones para corregirlas. Si no se actualizan, esos fallos persisten y provocan la vulnerabilidad del dispositivo.
  • Los dispositivos más antiguos no siempre se actualizan de forma automática y, por tanto, requieren una actualización manual por parte del usuario. Con el paso del tiempo, los equipos más antiguos pueden dejar de recibir asistencia del fabricante y serán más vulnerables.
  • Si un dispositivo perdido o robado no está protegido con una contraseña, un código PIN o cualquier otro método (por ejemplo, reconocimiento facial o de huellas dactilares), otras personas pueden acceder a los datos personales almacenados en ese dispositivo, así como a las cuentas que contienen datos personales y que siempre están abiertas, como las aplicaciones de redes sociales.
  • Cualquier acceso no autorizado al WiFi de casa puede comprometer la seguridad de los dispositivos de la red. A veces, un intruso accede a dispositivos menos sofisticados aprovechando sus vulnerabilidades de seguridad, como los dispositivos domésticos conectados por WiFi y los vigilabebés. Los dispositivos más antiguos que no han recibido actualizaciones de seguridad también pueden comprometer la seguridad de la red.
Consejos:
  • Anima a tus alumnos a proteger sus dispositivos y los de su familia con un código PIN o una contraseña. Además puedes asegurar tus dispositivos personales y los de tu familia, pero también todos los dispositivos que tu centro educativo haya puesto a tu disposición. Anímales a respetar los procedimientos relacionados con las contraseñas dentro de la escuela (por ejemplo, cambiar de contraseña en los sistemas utilizados en el centro escolar cada 90 días).
  • Aunque no puedas controlar o modificar la seguridad de la red y los dispositivos de la escuela, sigue siempre los procedimientos establecidos para mantener la seguridad de los dispositivos. Informa a tus alumnos sobre estas normas y qué pueden hacer para que los equipos y las cuentas del centro escolar sigan siendo seguros. También hay que pensar en la seguridad de la red y de los dispositivos en casa, sobre todo si se utilizan dispositivos del centro en casa o fuera del centro.
  • En el centro educativo, las actualizaciones del firmware de los dispositivos las gestiona probablemente un miembro del personal o un informático. Sin embargo, debes proteger tus dispositivos personales comprobando las actualizaciones del firmware de forma regular. Instala esas actualizaciones en cuanto se publiquen, ya que, a menudo, corrigen vulnerabilidades de seguridad. Los dispositivos conectados más recientemente pueden configurarse para que busquen de manera automática las actualizaciones y avisen cuando se publiquen.
  • Explica a tus alumnos la importancia de mantener actualizadas las aplicaciones y los sistemas operativos de los dispositivos: eso ayuda a corregir las vulnerabilidades de seguridad. Las actualizaciones deben instalarse tan pronto como se publiquen.
  • Puede ser un fastidio perder archivos importantes (personales o del centro). Te aconsejamos que crees y programes copias de seguridad en los principales dispositivos de tu hogar. En caso de pérdida, robo o daño (físico o causado por malware) del dispositivo, esas copias de seguridad facilitan la restauración de archivos importantes y ahorran tiempo en la instalación y la configuración de aplicaciones en el dispositivo nuevo. Es posible que el equipo del centro que utilices ya disponga un plan de respaldo: asegúrate de seguir las instrucciones o los procedimientos.