Un desconocido puede querer ponerse en contacto contigo por muchas razones: para convertirse en tu amigo, para pedirte ayuda o para intentar venderte algo.

Si un desconocido se pone en contacto contigo, intenta siempre averiguar qué quiere. Si alguna vez te dice o te pide que hagas algo desagradable o que te dé miedo, díselo inmediatamente a un adulto en el que confíes.