• Los malware son programas (virus, troyanos, etc.) que pueden descargarse, sin que el usuario lo sepa, al visitar páginas falsas o instalar aplicaciones falsas de una tienda de aplicaciones (malwares que parecen juegos o aplicaciones conocidas).
  • La descarga y la instalación de software de fuentes no oficiales (como las tiendas de aplicaciones de terceros) puede aumentar el riesgo de malware, al igual que las redes peer-to-peer para descargas ilegales.
  • Cuando un malware está instalado en un dispositivo, puede controlar cualquier introducción de datos personales (por ejemplo, el nombre de usuario y la contraseña en una página o una aplicación) o escanear los archivos de un dispositivo en busca de datos personales. A continuación, envía esos datos a un delincuente, que los utilizará para cometer fraudes en Internet. Algunos de esos programas permiten a los delincuentes tomar el control del dispositivo de forma remota para buscar datos personales.
  • El malware también puede ralentizar el dispositivo, corromper los archivos de datos, impedir que el dispositivo funcione correctamente o incluso bloquearlo por completo.
  • El ransomware es una forma de malware diseñada para bloquear y cifrar los archivos personales de un dispositivo para que el usuario no pueda acceder a ellos. También puede bloquear la cámara para que no pueda usarse. Para desbloquear el dispositivo y desencriptar los archivos, el usuario debe pagar un rescate al delincuente a fin de recibir una “clave” especial. Los rescates suelen exigirse en forma de criptomoneda (moneda digital), como bitcoin o ethereum. En caso de no pagar el rescate, la única forma de recuperar el control de la unidad es hacer un restablecimiento de fábrica, lo que además borrará todos los archivos personales del usuario.
Consejos:
  • Explica a tus alumnos las consecuencias de los virus y otros programas maliciosos, como la pérdida de archivos o el robo de datos personales. Anímales a comprobar si hay antivirus o antimalware en sus dispositivos personales y familiares, y a que sus padres o tutores instalen la protección si es necesario.
  • Asegúrate siempre de que conoces y cumples las políticas y los procedimientos de tu centro educativo en lo que respecta al uso de la tecnología e Internet. Eso puede incluir reglas para instalar tu propio software o aplicaciones en los dispositivos escolares.
  • Ser vícitima de un ransomware produce angustia, pero nunca hay que pagar el rescate. No hay garantía de que el delincuente dé una clave de descifrado tras recibir el pago. Pagar un rescate también demuestra al delincuente que estás dispuesto a pagar y que tienes dinero para hacerlo. Puede intentar volver a bloquear tu dispositivo y los archivos para sacarte más dinero.
  • Recuerda a tus alumnos que utilicen siempre las tiendas de las aplicaciones y las webs oficiales para descargar aplicaciones, juegos y programas, lo que minimiza el riesgo de descargar malware. Explica que el uso de páginas de descargas ilegales aumenta el riesgo de descargar software malicioso en un dispositivo.