
- Internet y las redes sociales ofrecen a los niños muchas oportunidades para explorar, aprender, expresarse, desarrollar su identidad, entablar relaciones y dar o recibir apoyo.
- Sin embargo, las redes sociales también presentan riesgos potenciales para el bienestar, como ansiedad, depresión, problemas de sueño, dismorfofobia y trastornos de identidad, ciberacoso y presión por las comparaciones con los amigos o por comportamientos que desencadenan el malestar infantil.
- El síndrome del miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés), nacido con las redes sociales, es perjudicial para el bienestar. Es el miedo a perderse eventos sociales o actividades placenteras. Lleva a la necesidad de estar constantemente conectado para no perderse nada.
- Las redes sociales también pueden influir en la forma en que un niño se ve a sí mismo y en cómo se compara con los demás. Esto lleva a veces a seguir o imitar las tendencias populares para causar una buena impresión, o a intentar atraer a muchos amigos o seguidores a las redes que utiliza. Para algunos, los “likes” y los comentarios se convierten en un objetivo y afectan a lo que hacen o comparten en las redes sociales.
- Un niño puede utilizar Internet de forma diferente a un adulto: los adultos no siempre aprecian el atractivo o el valor de las actividades que sí disfrutan los niños. Eso no significa que sean sistemáticamente arriesgadas, inapropiadas o perjudiciales, sino simplemente diferentes.

Consejos:
- Comenta de forma regular con tus alumnos qué ven, experimentan y sienten en Internet. Hablar de las experiencias positivas y menos positivas puede ayudarte a ti y a tus alumnos a evaluar la calidad de su uso de Internet y el impacto de la red en su bienestar.
- A través del aprendizaje social y emocional, aprenderán a gestionar sus experiencias en Internet, a identificar problemas y a desarrollar estrategias de resiliencia ante acontecimientos potencialmente perjudiciales, además de adquirir las habilidades necesarias. Haced actividades centradas en las emociones para hablar sobre la influencia de Internet.
- Sé abierto de miras cuando habléis sobre el uso que hacen de Internet: puede que disfruten con juegos o aplicaciones que tú no entiendes, pero eso no significa necesariamente que sea perjudicial.
- Recuérdales que siempre deben hablar contigo o con un adulto de confianza si se sienten incómodos en Internet.
- Si algún alumno cuenta un suceso preocupante para su bienestar y seguridad (o la de otros alumnos), sigue los procedimientos de protección de la infancia que se aplican en vuestro centro educativo.
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