• Aunque no siempre son inapropiados o ilegales, algunos contenidos pueden promover creencias que pueden dañar o perjudicar a los niños, a otros grupos o individuos.
  • Ejemplos de ese tipo de contenidos que promueven creencias hirientes o perjudiciales son la incitación al odio, la discriminación y las opiniones e ideologías extremas. Pueden adoptar la forma de opiniones publicadas en una red social, información, “hechos” u otro material engañoso. Aunque dicho contenido no es directamente hiriente o dañino para el niño que lo ve, puede influir en sus creencias a lo largo del tiempo y llevarle a abusar de otros.
  • Otros contenidos animan a la gente a adoptar comportamientos perjudiciales o dañinos, a menudo hacia uno mismo, pero también hacia los demás.
  • Esto puede incluir contenidos que promuevan la autodestrucción en todas sus formas (proanorexia, proescarificación o prosuicidio) y contenidos que promuevan actos dañinos contra un individuo o grupo, incluidos contenidos relacionados con el terrorismo. En el ámbito de la salud y el bienestar, ciertas publicaciones malintencionadas promueven comportamientos poco sanos: prácticas alimentarias, retos, programas de ejercicio, consejos de automedicación, promoción de sustancias controvertidas, etc.
  • A veces, tanto para los niños como para los adultos, para cualquiera, es complicado reconocer contenidos que promueven creencias y comportamientos ofensivos o prejudiciales. Esta clase de contenidos pueden presentarse como hechos cuando se trata de opiniones personales o falsedades. La información falsa o engañosa puede mezclarse con información verdadera a fin de que parezca más plausible. Si la información procede de alguien a quien el niño admira o en quien confía, es más probable que la crea o actúe en consecuencia. Para más información, consulta el apartado Desinformación, fake news y deepfakes.
Consejos:
  • Es importante hablar con tu hijo sobre la fiabilidad de lo que ve u oye en Internet, sobre todo si le animas o le persuades para que adopte una determinada creencia o visión o para actuar de una manera concreta.
  • Recuérdale que los contenidos que incitan al odio o a la discriminación, o que le perjudican a él o a los demás, no son aceptables y no deben considerarse buenos consejos.
  • A veces los niños se encontrarán con contenidos ofensivos o prejudiciales en Internet porque se hacen preguntas sobre el mundo, sobre otras personas y sobre sí mismos. Dale a tu hijo la oportunidad de mantener debates abiertos y sinceros y déjale claro que puedes responder a todas sus preguntas: eso le animará a buscar respuestas en fuentes más fiables que Internet. Recuérdale que un médico o un profesional sanitario siempre le dará el mejor consejo para su salud o bienestar.
  • Se puede utilizar un software de filtrado o supervisión para limitar los contenidos a los que tu hijo puede acceder o para averiguar si busca información que pueda llevarle a contenidos ofensivos o perjudiciales. Si recurres a esas soluciones, siempre debes contárselo a tu hijo y explicarle su utilidad.
  • Si te preocupa que tu hijo vea contenidos que van a influir negativamente en sus creencias o su comportamiento, debes buscar asesoramiento, ya sea de su centro educativo, de su médico o de otros profesionales.