
- Dado que las redes sociales y otros servicios en Internet reúnen a una gran variedad de públicos, grupos de edad y comunidades de todo el mundo, siempre pueden aparecer contenidos inapropiados. No todo el mundo tiene la misma opinión sobre esos contenidos inapropiados u ofensivos, pero está claro que hay ciertos contenidos que no son aptos para niños.
- En Internet, los más pequeños pueden encontrarse con contenidos inapropiados que incluyen lenguaje soez, discursos de odio, violencia, crueldad hacia los animales o cuestiones sexuales. Esos contenidos pueden aparecer en forma de entretenimiento (por ejemplo, imágenes o vídeos, películas, música o videojuegos), ser generados por los usuarios (contenidos que otros usuarios han grabado o creado y compartido) o proceder de otros medios de comunicación (por ejemplo, un reportaje sobre una guerra o un conflicto o un acto benéfico contra el maltrato animal).
- También se pueden publicar y compartir contenidos ilegales en Internet: eso puede ofender a los niños, pero también violar las condiciones de servicio de la red y la legislación. Esos contenidos pueden incluir imágenes o vídeos de delitos, contenidos explícitos que representen daños físicos, representaciones de la muerte o imágenes o vídeos de abusos a menores.

Consejos:
- En función de las experiencias de tus alumnos y del uso que hagan de Internet, puede que quieras hablar de ciertos tipos de contenidos que pueden resultar ofensivos. Quizás quieran hablar sobre contenidos que no deberían estar en Internet, como la incitación al odio, los que muestran el maltrato a los animales y agresiones a niños. Puede ser muy útil para que den su opinión y expresen qué pueden hacer para protegerse a sí mismos y a los demás.
- Es importante proteger a los niños de los contenidos ofensivos e ilegales en Internet, pero es prácticamente imposible garantizar que nunca verán nada inadecuado. Por lo tanto, es esencial que comentes con tus alumnos qué deben hacer si se encuentran con algo que les preocupa o molesta. Las estrategias que deben adoptar pueden variar de un niño a otro.
- Por ejemplo, los más pequeños pueden buscar la manera de apagar (o dar la vuelta a) la pantalla de un dispositivo para no ver el contenido que aparece y luego avisar de inmediato a sus padres, tutores u otros adultos de confianza. Así, el adulto tendrá la posibilidad de acceder al dispositivo para ver ese contenido, tomar las medidas necesarias para dejar de verlo y comentar con el niño lo que ha visto. Así podrá responder a sus preguntas y tranquilizarle.
- Los mayores pueden responsabilizarse y afrontar esos contenidos molestos, para lo cual deberán conocer qué herramientas de denuncia tienen a mano en las aplicaciones y juegos que utilizan. Así, tendrán la posibilidad de denunciar esos contenidos a la red social y sus equipos podrán intervenir para eliminarlos. Es importante animarles a que cuenten siempre a un adulto de confianza lo que les ha molestado para que los padres, los tutores u otros adultos de confianza puedan apoyarlos y tranquilizarlos, o buscar más ayuda si es necesario.
- Comenta de forma regular con tus alumnos qué ven y experimentan en Internet. Si experimentan habitualmente cosas que les preocupan o molestan de una aplicación o juego concreto, podéis trabajar juntos para encontrar una alternativa que les ofrezca una experiencia más positiva.
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