• En Internet existe gran multitud de contenidos y servicios dirigidos a los niños y muchos de los servicios de entretenimiento más conocidos ofrecen categorías de contenidos infantiles (por ejemplo, series y películas). Algunos servicios ofrecen incluso versiones para niños de sus aplicaciones.
  • Recuerda que los juegos y las aplicaciones populares pueden ser adecuados para los niños, pero también los disfrutan los jóvenes y los adultos. Los juegos y las aplicaciones que permiten intercambios pueden enseñar a niños y adultos a compartir el mismo espacio en Internet.
  • Todos los videojuegos se clasifican según el sistema PEGI (www.pegi.info): define las categorías de edad y ofrece descripciones de los tipos de temas que aparecen en el juego (por ejemplo, lenguaje soez, contenido sexual, violencia, apuestas y discriminación). Las aplicaciones de Microsoft Store y Google Play muestran la clasificación PEGI, incluso con las aplicaciones que no son juegos.
  • No todas las aplicaciones utilizan el sistema de clasificación PEGI: algunas tiendas de aplicaciones tienen su propio sistema para ofrecer recomendaciones por edad. Las redes sociales exigen una edad mínima para darse de alta, lo que se suele explicar en el apartado Edad en las redes sociales. Otros servicios en Internet han fijado una edad mínima en función de la legislación que restringe el acceso a los contenidos o su venta a los niños.
  • Los contenidos de los vídeos, al igual que las series o las películas, están clasificados por edades según el sistema de clasificación por edades del país de residencia.
  • Ciertos servicios y contenidos están reservados a personas mayores de 18 años, como los sitios de citas, la pornografía y los juegos de azar. Estos servicios están reservados a los adultos y, en algunos casos, puede ser ilegal vender su contenido a un menor o dejar que lo utilice.
Consejos:
  • Antes de dejar que tu hijo acceda y compre contenidos en Internet (como aplicaciones y juegos), comprueba siempre la categoría de edad y las opiniones de los usuarios. Es una buena forma de orientarse a la hora de decidir si dejas que tu hijo lo haga.
  • Considera la posibilidad de utilizar los controles parentales para limitar el contenido a su disposición. Puedes establecer ciertas restricciones en los dispositivos y en las tiendas de aplicaciones para limitar el contenido que tu hijo puede buscar y al que puede acceder. Para obtener más información sobre el control parental, consulta el apartado Filtros, supervisión y control parental.
  • Interésate por lo que le gusta hacer a tu hijo en Internet y participa. Podéis conocer y disfrutar juntos de contenidos adaptados a su edad, lo que también te da la oportunidad de comentar con tu hijo qué es lo más adecuado para su edad en Internet.
  • Para ayudar a tu hijo a encontrar contenidos para su edad, también puedes utilizar servicios adaptados como versiones de aplicaciones o buscadores para niños.