Todo el mundo utiliza Internet y los dispositivos tecnológicos de forma diferente. Puede que le dediques más tiempo a algunas actividades que a otras. No se trata tanto de cuánto tiempo pasas conectado, sino de si le sacas partido o no. Las actividades que te ayudan a adquirir nuevas competencias y a ejercitar el cerebro son más beneficiosas que las actividades pasivas, en las que solo te sientas a ver algo. Es fundamental mantener un equilibrio en este tipo de actividades.

El uso saludable de la tecnología no supone ningún peligro para tu cuerpo ni para tu mente. ¿Te duele la cabeza? ¿Se te cansa la vista? ¿Te duele en algún lado? ¿Estás de mal humor después de usar un dispositivo? Tu cuerpo es el que te está avisando de que el uso de la tecnología puede que no sea bueno para tu salud.

El uso de esos dispositivos antes de acostarte puede perturbar tu sueño. Trata de apagarlos una hora antes de irte a la cama para que tu cerebro se relaje antes de acostarte.

Utilizar la tecnología de forma saludable es, sobre todo, divertirse y disfrutar haciendo lo que te guste. Intenta organizar el tiempo de forma equilibrada para poder dedicarte a otras actividades y aficiones (incluida la actividad física). No te olvides de descansar de vez en cuando. Tampoco es mala idea limitar el tiempo que le vamos a dedicar a hacer una actividad. También puedes pedirle a un adulto que te ayude a calcular el tiempo que necesitas y que te avise cuando se acabe.